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jueves, 26 de noviembre de 2009

Composta


uso de compost para recuperar suelos dañados
Los fertilizantes orgánicos tienen su origen vegetal o animal. Hay dos tipos, como ya explicamos el estiércol, pero además de éste, está el compost. El compost es un compuesto para el cual se mezclan materiales de origen vegetal y animal, y para realizar esto, lleva un proceso de “curación” de los mismos. Luego de realizada esta “curación”, su utilización se habilita para aplicar a los diferentes cultivos; para verificar que la curación esté bien hecha, el compuesto no debe emanar calor, ni olores y su textura y color debe ser uniforme.

Estos tipos de fertilizantes orgánicos además de las ventajas que ya hemos nombrado ayuda a recomponer toda la estructura del suelo a diferencia de los fertilizantes inorgánicos que solo aportan los nutrientes que se necesitan para solucionar el problema inmediatamente. Generalmente por esta característica es que los fertilizantes inorgánicos se utilizan cuando nos encontramos con suelos en condiciones terribles y se necesitan una rápida solución para no perder el cultivo que se esta realizando. La utilización de fertilizantes orgánicos otorga grandes ayudas a los suelos, pero además no provoca los daños que hacen los fertilizantes inorgánicos cuando sus aplicaciones son excesivas y sin los procedimientos adecuados. También ayudan a la mejora de los suelos en la absorción del agua aplicado por el sistema de riego, o por la simple lluvia, manteniendo la humedad necesaria.


Frente a la duda de utilizar fertilizantes orgánicos o inorgánicos hay que tener en cuenta que las plantas no pueden identificar el origen de los nutrientes que están absorbiendo así que no presentan ningún problema para el cultivo en si. Lo que si hay que tener en cuenta es la rapidez de la efectividad de cada tipo de fertilizante. Si se necesita una rápida acción, la selección más propicia es la de los fertilizantes inorgánicos, que suministran las dosis justas de cada elemento que necesite (fósforo, nitrógeno y potasio) para realizar la recomposición del suelo. Si se cuenta con el tiempo necesario, la utilización de los fertilizantes orgánicos es una solución mucho mejor. Al ser de origen natural, aportan otros elementos más a los suelos, que los compuestos básicos que ya hemos nombrado, además de no provocar la contaminación que los fertilizantes inorgánicos si provocan.

Es así que para cada tipo de necesidad se debe aplicar el fertilizante adecuado. Por otro lado la cantidad de cada uno debe tenerse en cuenta, y el límite de aplicación también. Luego de obtener mejoras en el suelo, se debe aplicar los fertilizantes orgánicos para continuar con el tratamiento, para no caer la sobrefertilización que provocan los fertilizantes inorgánicos.

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